No hace mucho escribía este estado en facebook:
Cuando el camino se bifurca y el viaje se confunde por senderos no previstos, cuando te pierdes casi a sabiendas, consciente de que siempre juegas a eso, a pérdida, y lo que encuentras en ese deambular es un bosque de brazos abiertos que te mece entre sus hojas, acaricia tus heridas y susurra palabras de aliento sobre tus labios agrietados: entonces sabes que has llegado a un lugar en el que quieres quedarte, sabes que te puedes tumbar sin temor a las alimañas, ni a los sueños, y sabes que el olvido ya no es una amenaza.
Y ahora sabrán por qué me sentí así. La poeta y coordinadora de actividades de la librería Hojablanca, Mª José Vioque, y lxs compañerxs poetas toledanos, me han invitado a leer con ellxs este viernes en la librería Hojablanca, en un encuentro con todxs aquellxs que este año 2011 hemos visto nacer un libro. La verdad es que para mí ha sido hermoso, nueva como soy en estas tierras que ya me tiene y tenía conquistado el corazón, el alma y la respiración, que me permitan vivir uno de esos momentos que se producen cuando se comparten palabras, versos, emociones, desnudos... Para la ocasión, además, han editado unos marcapáginas con poemas de los participantes.
Además coincide con una fecha singular: mi último año de la treintena comienza mañana y me gusta, antes no, celebrar estas cosas. Lo celebraré con la familia, por supuesto, y con mi otra familia: la poesía, lxs poetas. Desde aquí mi agradecimiento a lxs toledanxs.
Bueno, después de este rollo sentimentaloide (cómo me apetecía, carajo!) que les he soltado... ahí va la convocatoria y no se me pierdan entre la niebla.
